Las mediciones de dimensiones y formas se realizan utilizando calibres, micrómetros y máquinas de medición tridimensional (CMM). En concreto, los calibres y los micrómetros se utilizan para medir las dimensiones básicas de imanes permanentes de forma simple, mientras que la CMM puede proporcionar datos tridimensionales precisos para formas complejas. Para obtener mediciones precisas, los componentes se colocan en una plataforma estable, controlada térmicamente y libre de vibraciones. La medición de la densidad se realiza siguiendo el principio de Arquímedes utilizando un densímetro, pesando el imán tanto en el aire como en un líquido específico para calcular su densidad con precisión. La temperatura y la pureza del líquido se controlan estrictamente para evitar errores. La prueba de dureza se lleva a cabo utilizando un durómetro Rockwell o Vickers, seleccionando el método adecuado según el tipo y las características del material. Las condiciones de prueba, como la carga y el tiempo de mantenimiento, se eligen con cuidado según los estándares de dureza, lo que garantiza la exactitud del valor de dureza como una base confiable para evaluar las propiedades físicas del imán.